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viernes, 17 de febrero de 2012

Introducción al "turismo sostenible"

Rebaño de turistas (fuente: http://goo.gl/ADnMJ)
Uno de los asuntos que siempre supe que tendría un lugar en este blog es el "turismo sostenible". Es un concepto complejo, con enjundia, y que además incluye la palabra turismo, con la que tengo una relación amor/odio bastante complicada. Yo creo que en el origen de esa sensación hacia el apelativo "turista" está el hecho de que la mayoría de turistas se comporten como borregos en sus desplazamientos, siguiendo sin pensar lo más mínimo las instrucciones precisas, reduciendo de este modo la experiencia de viajar a un simple recorrido guiado por un escenario prefijado donde la sorpresa, la improvisación y los imprevistos están fuera de lugar porque no hay tiempo que perder...

El turismo, como cualquier industria, tiene un importante impacto en la sociedad. Un impacto que en gran parte es potencialmente positivo (además del estímulo de la actividad económica en la región de origen y sobre todo en el destino, no hay que descartar el hecho de que la gente que ha viajado tiene más empatía hacia los problemas de otras regiones del mundo, es más abierta a aceptar formas de pensar diferentes). Pero luego, sobre todo dependiendo de cómo se realiza el viaje, puede haber muchos impactos negativos asociados al turismo.

No entraremos en este post acerca del impacto ambiental de los diferentes medios de transporte. Sino de cómo el comportamiento del viajero/turista puede afectar a los habitantes de la región de destino. Antes de nada, estos son los principios que deben regir el turismo sostenible de acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT):


  • Los recursos naturales y culturales se conservan para su uso continuado en el futuro, al tiempo que reportan beneficios;
  • El desarrollo turístico se planifica y gestiona de forma que no cause serios problemas ambientales o socioculturales;
  • La calidad ambiental se mantiene y mejora;
  • Se procura mantener un elevado nivel de satisfacción de los visitantes y el destino retiene su prestigio y potencial comercial; y
  • Los beneficios del turismo se reparten ampliamente entre toda la sociedad.


Como puede verse, en la mayor parte de las ocasiones el turismo convencional no alcanza a cumplir con estos criterios, aunque hay que reconocer que se han hecho grandes avances en este campo.

Uno de los problemas asociados al turismo sostenible es que el concepto se ha asociado erróneamente a un turismo de élite, más caro, enfocado a destinos minoritarios...; y eso es un error. Yo he viajado en muchas ocasiones de forma responsable sin que por ello me haya costado el viaje más que a otros viajeros que han optado por la opción predeterminada. Y puedo afirmar sin duda alguna que la intensidad de mis experiencias se ha visto multiplicada por la interacción con las comunidades locales sin intermediarios..
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